Hace 56 años, la firma francesa Dior decidió diseñar para los más pequeños y abrir una tienda, dedicada únicamente a los niños. La iniciativa se da después de que la Princesa Grace de Mónaco, gran amante de la marca quisiera un vestido para el bautizo de Carolina, su hija, y le pide a Marc Bohan, su diseñador preferido, que se lo confeccione. Es así como en 1967 nace la sub marca Baby Dior bajo la dirección de Marc Bohan, se inaugura la tienda en la Avenue Montaigne 28, París. A pesar de la larga trayectoria de la marca Baby Dior y su constante permanencia en el mercado, esta no ha tenido una mayor relevancia e incluso se ve como una línea de producto más de la marca Dior, pero la realidad, es que es una marca independiente y con autonomía de la marca matriz, goza de una independencia tanto creativa como de organización. Ahora bien, esto no es algo exclusivo de la marca Dior, actualmente es habitual que las grandes firmas de moda tengan su línea de productos infantiles, pero en el sistema moda no se les ha dado la suficiente importancia y al final se han convertido en un accesorio más de los progenitores que consumen marcas de lujo. Este se ha convertido en un segmento de mercado interesante para el sector de lujo, es así como otras reconocidas firmas también tienen una oferta para este segmento, entre ellas podemos mencionar: Gucci, Louis Vuitton, Dolce Gabbana, Chloé, Armani, entre otros. Es aquí donde nace el planteamiento de este proyecto, se ha identificado un nicho de gran valor dentro de las dinámicas del mercado del lujo actuales, pero a su vez, con gran proyección hacia el futuro de la marca y de la moda de lujo. Celebridades como Jaden Smith y Elle Fanning son el claro ejemplo de cómo su temprano interés por la moda les ha permitido convertirse en grandes referentes de la moda a muy temprana edad, desarrollando identidades muy sólidas a nivel estilístico, con un fuerte criterio sobre el tema y un discurso coherente sobre las marcas y lo que representan. Esto los ha convertido en los favoritos de las marcas de moda, como un vehículo de comunicación para acceder a las nuevas generaciones y mantenerse relevantes en un sistema que vive en constante transformación y evolución. Quizás, plantearse un nuevo ecosistema de moda enfocado en la moda infantil de lujo, es algo demasiado ambicioso y no depende solo de una marca, por lo cual no es el objetivo principal de este proyecto, pero es seguro que partir de la transformación de un proceso como lo es la experiencia en la flagship se puede generar un cambio representativo en cómo se está abordando el mercado de la moda infantil de lujo. La tienda actualmente está diseñada para los compradores y no para usuarios, que en este caso son los niños, y el objetivo es darle un giro a esta visión, transformando la forma en que los niños perciben la moda y en este caso específico la marca Dior. Se busca crear los primeros lazos con la marca desde temprana edad, a través de la gamificación y la fantasía inspirada en cuentos de hadas, como una manera de conectar con los niños desde sus propias realidades y percepciones del mundo que los rodea. Cuando se gira el foco de atención hacia el usuario más que solo al cliente, hay que preguntarse cuáles son sus deseos y necesidades con relación a la indumentaria. La mente de un niño es muy diferente a la de un adulto, ya que ellos están atravesando una etapa de descubrimiento sobre la vida misma desde las diferentes circunstancias sociales, culturales y económicas que tiene cada uno en su núcleo familiar y más si se dirige a un perfil de consumidor de lujo. Por eso es complejo que un niño entienda la relación que tienen los padres con la indumentaria tanto desde la postura funcional como simbólica en el caso de las marcas de lujo, es decir, cuando un niño busca usar o prescindir de una prenda lo hace desde una necesidad propia y en relación a un contexto, que muchas veces puede ser climático o de imitación de comportamiento, él entiende que al usar este objeto le permite contrarrestar la sensación de frío si es el caso o todo lo contrario prescindir de él cuando siente calor, pero no genera ningún tipo de vínculo como ocurre con los adultos, ya que no conoce ni asimila el valor simbólico y económico que esto representa, para él no existen interpretaciones más allá de las que hay en su mente y las que han sido aprendidas en las relaciones tempranas con su familia y su círculo social durante su tiempo de vida. A partir de esto es importante indagar desde el psicoanálisis, cómo abordar los deseos y las necesidades de los niños para poder conectarlos con el objetivo de este proyecto, para ello se tomó como punto de referencia el libro “Psicoanálisis de los cuentos de hadas” de Bruno Bettelheim, quien presenta una introspección en las afecciones positivas que tienen en los niños los cuentos de hadas. A partir de lo que nos presenta este libro, se pudo identificar que, mientras el niño se desarrolla va experimentando diferentes situaciones que poco a poco lo irán llevando a encontrar su identidad, comprenderse a sí mismo y encontrar sentido a muchos aspectos de la vida. El niño encuentra este tipo de significados a través de los cuentos de hadas. La forma y la estructura de estas narraciones literarias le sugieren al niño imágenes que les servirán para extraer un sentido coherente y conectarlo con su propia realidad, y para un pequeño que intenta comprender el mundo, es más relevante encontrar respuestas en aquellas cosas que despiertan su curiosidad. Está comprobado que la fantasía puede tener un impacto significativo en el desarrollo de los niños. La fantasía les permite experimentar con diferentes situaciones y emociones que pueden no ser posibles en la vida real, lo que puede ayudar a desarrollar su creatividad, imaginación y capacidad para resolver problemas. A través de experiencias relacionadas con la fantasía se busca conectar de forma más cercana con los usuarios de la marca Baby Dior, darle un nuevo sentido a la relación de los niños con las prendas y los objetos de la marca, empezar a conectar relaciones y significados desde temprana edad con la identidad de Dior, donde el concepto de comunicación a partir del lenguaje de los cuentos de hadas, es el camino que nos resulta más interesante a la hora de transformar la experiencia en el punto de venta y la percepción que existe del consumo de la ropa infantil de lujo.